miércoles, 25 de noviembre de 2015

Ya no es el mismo amor que antaño.

La gente de ahora se ha olvidado del verdadero sentido de la palabra amar. Las relaciones duran lo mismo que un suspiro y los ‘te quiero’ se dicen sin apenas conocer a la otra persona. Se regala amor en las discotecas y con el alcohol confundiendo las cosas, se llama amor a casi todo. La gente ha olvidado lo bonito que es regalar besos en la frente, lo bonitas que pueden ser las palabras o un poema, ya nadie recuerda realmente lo que es cogerse de la mano o regalar flores. Los amores románticos, los de libro, ya no existen más que dentro de las páginas. Somos la generación del amor efímero, el amor rastrero, las mentiras y el engaño. Somos los que han dejado de lado el romanticismo, el amor, para entregarse a quien sea en cualquier parte. Quién pudiera vivir hace unos siglos, cuando los cortejos duraban meses y se respetaba el amor por encima de todo, cuando las cartas fugitivas y las manos cogidas furtivamente a altas horas de la madrugada eran la pasión. Cuando los bailes eran muy diferentes a los de ahora y las fiestas públicas (al menos la mayoría) no tenían ni una pizca de la connotación lujuriosa que tienen hoy en día. Somos los salvajes, los bala perdida, pues ya ha quedado de lado toda la ternura que el humano podía regalarse.


4 comentarios:

  1. felicidades por tu escrito, creo que. Igual que antes ha habido gente que se sabe expresar en el amor y gente que
    No

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  2. Wow, me ha encantado...
    Si es que no has podido describir mejor la realidad. Ahora ya vale todo para todo... Y volvemos a esos amores tradicionales solo refugiándonos en las películas o como tú misma dices... Los libros.

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